Verano Austral

Febrero del 2009. Verano austral, verano en Chile. Fui a una de mis ciudades favoritas, Valdivia. Lo pasé de maravilla. Comí y bebí bastante, tengo una debilidad particular por la cerveza, y allí hay una gran fábrica de cerveza famosa, con un restaurante donde además la comida es muy buena. Ya estaba más gorda de lo usual antes de partir pero me negaba a pesarme. No quería enfrentarlo y sabía que una vez que me pesara tendría que hacerme cargo. Lo hice a mi regreso. Cual no sería mi horror al ver que la báscula marcaba 81 kg. Sé que hay gente que pesa mucho más que eso. Pero yo nunca había pesado tanto en mi vida y para mí era un cataclismo. Ya no tenía sobrepeso, tenía obesidad leve (tipo 1). Algo completamente nuevo para mí. Aún ahora veo las fotografías de ese verano y comprendo que debí haberme hecho cargo antes. Pero no puedo volver al pasado, sí puedo trabajar en el presente, que es lo que intento hacer.
Desde ese febrero he estado con dietas interrumpidas, a diferencia de lo que yo llamo una dieta "en serio". Intenté en marzo una "en serio" pero a las 3 semanas estaba muy, muy ansiosa y la rompí. Sin embargo alancé a bajar como 3 kg. Luego me di algo de tiempo para estar de cumpleaños y celebrar tranquila, sin dietas. Y pronto, en mayo, volví a mis dietas interrumpidas... una semana sí, otras dos no. Me decía que empezaba el lunes, luego mejor el martes, luego mejor el primer día del mes, las retrasaba, las comenzaba y a la primera tentación grande cedía y decidía posponer el inicio de mi "dieta en serio".
Estuve así hasta que me enfermé del estómago en julio. Bajé 2 kg más. Después de eso decidí aprovechar el impulso y comenzar la dieta. Pero claro que debí esperar unos días, porque había estado enferma (pasé un par de días casi sin comer porque todo me caía mal) y mi cuerpo me pedía con urgencia mimarlo y recuperarme. Después de eso sí empecé. El 21 de julio, con 75 kg, comencé mi actual "dieta en serio". Y sé que es en serio. Ahora tengo la voluntad que antes no tenía. Y soy consciente de un problema que va más allá de mi peso: mi ansiedad, sobre la cual escribí previamente, y mi relación enfermiza con la comida. Siempre supe estas cosas, pero nunca quise hacerme consciente de que si no comienzo por lidiar con ellas, todas mis dietas fracasarán. Inicialmente bajaré de peso, pero lo volveré a subir, como tantas veces me ha ocurrido. Y no quiero, ya no más. Es suficiente, es hora de cambiar.
Actualmente peso 73 kgs, he bajado dos kgs en dos semanas y mi día de báscula fue el lunes, así que espero descubrir una nueva cifra pronto. Crucen los dedos porque sea así, yo sé que me he portado bien, pero el cuerpo no siempre responde igual, para las mujeres es muy complejo y a veces depende de nuestro período, la cantidad de líquidos que estemos reteniendo, o nos estancamos después de una baja sostenida de peso. Aún así, espero que el saldo siga a mi favor. Ya veo como me comienza a quedar bien ropa que antes no me quedaba y entre eso, ver como cumplo mis metas, recordar mis motivos y leerlos a ustedes, mi ánimo se renueva continuamente y siento más energías que nunca para continuar.

6 comentarios:

Astarté dijo...

Me pasa como a ti, lo intento, me pongo, bajo unos kilillos, vienen los estreses, rompo la dieta, engordo, me pongo de nuevo... Creo que debemos aprender a no estar a dieta sino a ser de otra manera. Ayer estuve en una fiesta y no respeté la dieta aunque tampoco es que me excediera muchísimo. Bueno, pues no pasa nada, hoy volvemos a la rutina. Quizá esta semana no pierda nada de peso pero no importa, la cuestión es seguir. Si fallamos, seguimos; si nos desviamos, volvemos a la rutina, y así hasta que solucionemos el problema. Digo yo...

Gordita Simpática dijo...

jajaja, siempre es agradble ver que no soy la unica a la que le pasa. Bueno, creo que nuestro problema es que percibimos lo que estamos haciendo como "dieta", y en realidad, aunque nos ayude a bajar de peso, quizas deberiamos percibirlo como un cambio de vida, nuevos habitos alimenticios que seguiremos el resto de nuestras vidas para ser personas mas sanas.

Y quizas tambien debemos dejar de ver la comida que nos gusta como "tentaciones" o algo que ansiamos echarnos a la boca sin disfrutar siquiera, sino como simplemente comida, a veces de un tipo que todavia no somos capaces de controlar, y que debemos limitar hasta que aprendamos a relacionarnos mejor con ella.

Pero tienes razon en que si fallamos, no queda otra que seguir, la cuestion es seguir, y si nos desviamos, debemos volver y recordar que no es un cataclismo de repente fallar, mientras podamos volver a nuestra rutina y seguir firmes en nuestro esfuerzo a largo plazo...

Me encantan tus comentarios =) Abrazos!

Unknown dijo...

Hola amiga:
Lo primero ya lo tienes, que es hacer consciente cual es el problema, lo segundo también, que es la necesidad de enfrentarlo... y lo tercero, estás en ello, mantener una dieta adecuada con vistas a modificar los malos hábitos alimenticios, que es lo más importante. Pues nada, a trabajar en ello, con constancia y perseverancia, y haciendo de las "caidas" que puedas tener por el camino un punto de referencia para conocerte más y poder "levantarte" con más ganas para seguir adelante.
Ojo, hablamos siempre de menos comida... pero no olvidemos alimentarnos bien,(comer mucho no es lo mismo que comer bien), no olvidemos beber mucha agua y no olvidemos hacer algo de ejercicio cada día (con andar es suficiente).
Muchos ánimos, que vale la pena.
Un saludo.

La lectora impaciente. dijo...

Bueno Simpática, pues lo de hacer dietas y dietas a todas horas y todas las semanas es un rollo, pero es lo que nos toca. Lo que tenemos que aprender es a vivir con una comida sana y un estilo de vida distinto al que llevamos, y eso es lo dificil, reeducar a nuestro cuerpo.

Nosotros hemos comenzado hoy mismo con la dieta. Hemos estado 4 días con una dieta de choque para comenzar con buen pie y con buen humor y dentro de una semana veremos los resultados, así que ya te contaré.

Por mi parte, te deseo todo lo mejor y muchísimo ánimo.

Anónimo dijo...

Yo tuve que recurrir a la ayuda médica (pastillas) para paliar mi ansiedad, por que con tanto stress no podía ni dormir...

Gordita Simpática dijo...

Bueno, White Rose, a mí eso fue lo primero que me tocó, cuando tenía como 17 años, después de mi primera gran subida de peso, que se debía en parte a que mi ansiedad estaba muy alta por muchos rollos familiares. Mi madre que es psiquiatra y muy confiada en los fármacos y la medicina quiso por un tiempo que volviera a tomarlos, pero yo me rehúso, si mi ansiedad no está tan alta ahora prefiero lidiar con ella como pueda, porque no me gusta depender de medicamentos y odio sus efectos secundarios.
Pero sé que a muchos les ayudan, es un tema personal, más que nada.

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