Día 66 del Reinicio: Aquí sigo

Ni bien ni mal. El fin de semana finalmente caí, caí vilmente en la tentación y todo el análisis que hice y narré en mi entrada anterior opté por dejarlo de lado. Decidí no analizar y ceder ante la ansiedad y las tentaciones. Bueno, no vale la pena llorar sobre la leche derramada, ya lo hice, y esta semana me toca enmendar el daño, por lo cual hice un muy buen lunes y un muy buen martes. No me he pesado, porque ando con la regla, pero creo que el viernes me pesaré.

Decidí algunas cosas a raíz de lo aprendido la semana pasada. La primera de ellas es no pesarme tan seguido, ya que me obsesiono demasiado y luego si no veo los resultados que quiero, me frustro. Debo aprender a controlar mi obsesión con la báscula.

La otra cosa es que debo decir "no" con más firmeza. Tengo todo un análisis a las causas de mi ansiedad, lo que realmente me lleva a comer y sus consecuencias. Y eso me funciona muy bien para evitar comer ansiosamente cuando estoy sola, me ha ayudado a lograr un control de mí misma que antes no tenía. Pero sólo cuando estoy sola. Con gente me tiento con demasiada facilidad. Lo hago porque me tomo las ocasiones sociales como excusa para darme una licencia. Y claro, estaría bien si ocurriera muy de vez en cuando y luego lograra volver inmediatamente a la dieta, pero no lo logro. Me digo a mí misma "ya pequé ayer, por qué mejor no hoy también y retomo la dieta el lunes" y así paso viernes, sábado y domingo haciéndolo espantoso. Los otros 4 días de la semana en los que lo hago bien me hacen mantenerme, pero no perder peso. Así nunca llegaré al normopeso. Por eso debo aprender a decir que "no" el viernes, para seguir haciéndolo bien sábado y domingo. No voy a proponerme decir "sí" el viernes y luego volver rápido a la dieta el sábado porque me he dado cuenta que no lo logro, porque aún no tengo mucho autocontrol y todo me resulta extremo, blanco o negro. O lo hago perfecto o lo arruino mucho. No encuentro el término medio, y mientras me cueste encontrarlo, debo aceptar que quizás es mejor decir "no" a todas las tentaciones, porque aún no tengo el autocontrol suficiente para decir "sí" sólo a una y luego "no" al resto. Al menos no por ahora.

En fin, sé que perder 5 kgs en dos meses es muy bueno, como me señaló Nenúfar, pero resulta que este peso yo ya lo había perdido el año pasado y lo recuperé durante enero y febrero, así que me resulta difícil verlo como un logro. Recién cuando la báscula me dé 69,5 otra vez, de ahí en adelante sentiré que estoy logrando algo nuevo. Ojalá ocurra pronto =P

Por el momento estoy muy contenta porque estoy usando unos jeans antiguos que antes no me quedaban bien (son del año 2007, cuando estaba más delgada y comencé a recuperar peso tras haber perdido bastante el 2006). Ese tipo de cosas definitivamente animan, y es en las que debo enfocarme en vez de si la báscula está estancada o no.

Día 61 del Reinicio: Estancamiento y ansiedad

Aquí estoy, estancada y luchando por combatir todos mis demonios, que me saben más débiles en momentos como éste y me atacan con más fuerza.

La báscula lleva varios días sin moverse del 70. Yo creo que lo he hecho bastante bien, pero a ratos me desespero de esta falta de resultados, si bien entiendo que he perdido 5 kgs desde el 15 de marzo y es natural estancarse en este punto. Sólo debo ser constante en la lucha, seguir portándome bien, y eventualmente veré resultados.

Pero la ansiedad me ataca por las tardes. Ayer por la tarde volvió y hoy todavía la siento. Normalmente, siento ansiedad y simplemente cedo a ella y dejo la dieta "para mañana". Decido controlar los daños más adelante y cedo cómodamente a la ansiedad, y le permito que me impulse a mis excesos. Ahora estoy luchando por no ceder. Es importante, seguramente tendré este problema toda la vida y debo aprender a lidiar con él ahora. Pero sería tanto más fácil volver a ceder, y comer cualquier cosa, y luego volver a hacer dieta, como lo he hecho toda la vida. Pero no es la solución a mis problemas, no solucionaría el problema de fondo, sólo un síntoma, el sobrepeso, sin ocuparme de la ansiedad y todo el daño que me hace ceder a ella. No sólo físico, sino también sicológico.

Anoche, antes de ceder, como lo habría hecho normalmente, me detuve a preguntarme que por qué quería comer. No tenía hambre, me había comido una ensalada hacía poco, pero me moría por carbohidratos o grasas. Ahora que sé que como por evadir sentimientos negativos o para evitar enfrentar conflictos con los que no me siento capaz de lidiar, me pregunté, ¿de qué me estoy tratando de escapar esta vez?. Concluí que la respuesta no es sólo una, me estaba tratando de escapar de varias cosas: de la frustración por mi falta de resultados en la báscula, del hecho que estoy avanzando poco de la tesis, y que tengo que ir a la universidad a matricularme y hacer trámites para poder seguir con la tesis y no quiero porque son muy burocráticos y me implican un gasto económico no menor. Ayer no quería lidiar con ninguna de estas cosas, por eso quería comer en su lugar, para evadirlas.

Además, hice otro ejercicio. Me pregunté qué pasaría si comía dejándome llevar por la ansiedad. Conozco muy bien esa respuesta, pero siempre evito pensar en eso antes de comer, porque quiero acceder al placer instantáneo que me da comer sin pensar en el malestar posterior. Ahora lo pensé. Habría comido hasta que me doliera la panza y el malestar fuera físico. Pero además me habría sentido mal sicológicamente. Luego de comer me habría sentido culpable, habría sentido que perdí el control, y que arruiné todo lo que he logrado. Sentiría que a un montón de días perfectos les puse una mancha espantosa que no podría borrar de mi mente. Este último sentimiento es el que realmente me devastaría y es el que en otras ocasiones me ha llevado incluso a vomitar. Pero después de vomitar nada se arregla porque me siento espantosamente mal por recurrir a ese recurso. Y lloro y me pregunto que cómo demonios perdí el control sobre mi vida al punto de llegar a hacer eso. Y nada, absolutamente NADA hace que vale la pena sentirme así de mal. Ya no soy un ser autodestructivo como lo fui en la adolescencia, no me agrada sentir que mi conducta me daña más de lo que me beneficia.

Por todas esas razones decidí no someterme a la tortura que eventualmente me significaría comer con ansiedad. Cuando lo hago elijo no pensar en las consecuencias que conlleva hacerlo. Ayer elegí pensar en ellas. Y no me gustó lo que vi. Me di cuenta que quizás siento deseos de comer (por ansiedad), pero ningún deseo de sufrir esas consecuencias posteriores. Y sé que si como con ansiedad las sufriré. Y, simplemente, no vale la pena. Ni por todo el oro del mundo vale la pena, menos por un placer tan instantáneo y efímero, que cuando desaparece te deja tan pero tan mal. No, no vale la pena.

El problema es que hoy es un poco más difícil porque es viernes. Viene gente a casa y comerán y beberán alcohol. ¿Podré decir que no? ¿Podré pensar en las consecuencias antes de aceptar "sólo un traguito" que nunca es sólo uno? ¿O me dejaré distraer por mis amigos y hablando y riendo con ellos preferiré olvidarme de las consecuencias, porque estarán para distraerme y yo misma me inventaré excusas, que no lo hago por ansiedad sino porque comer y beber con gente es algo social? Da lo mismo, quizás no me sentiré mal inmediatamente porque todos estarán comiendo y bebiendo como yo, pero al día siguiente, cuando la gente se haya ido, sé que ahí sí lamentaré haberme salido de la dieta y me sentiré mal. Sólo debo esforzarme por recordar eso cuando la gente esté acá. Lástima que a veces no es tan fácil como suena, una simplemente quiere olvidarse de todo eso que hay que esforzarse por recordar y ceder...


PS: He visto las fotos de mi cumpleaños, y creo que me veo tan bien en comparación al año pasado, con como 8 kgs menos... realmente no quiero arruinar eso, es otra cosa que me esfuerzo por recordar antes de comer...

Dia 56 del Reinicio: cumpleaños y más

Como ya saben, el viernes estuve de cumpleaños. Cumplí 25 años y me di permiso de la dieta. Comí torta de cumpleaños, recibí a muchos amigos en casa, bebí alcohol y lo pasé muy bien. El único detalle es que me fui a dormir a las 7.30am del sábado, con lo cual mis comidas del sábado quedaron absolutamente alteradas. Desperté a las 1pm, me comí un trozo de torta, y luego no tenía más hambre (sentía aún el estómago revuelto por la noche anterior) hasta como las 8pm que comimos sushi con mi novio, y eso sería todo. Muy mal, muy desordenado, pero bueno, hoy ya es domingo, y mi ritmo de comidas vuelve un poco más a la normalidad.

El cumpleaños fue bueno pero puso en evidencia algo sobre mí. Me complica mucho que la gente se enoje conmigo. Mi poca capacidad para resolver conflictos, a causa de un par de borrachos que no se comportaron muy bien, quedó al descubierto. Pero normalmente me habría comido mi enojo, lo habría intentado enterrar hasta que eventualmente se habría salido de otro modo, ya sea comiendo o explotando con alguna persona que no se habría merecido mi explosión. En vez de eso, me enojé y se lo hice notar a al menos uno de los borrachos con mal comportamiento, y cuando se fue, me largué a llorar con un par de amigas, porque me dio mucha rabia. Lloré porque detestaba los conflictos, más aún en mi cumpleaños, lloré porque no los sé manejar, porque me obsesiono y puedo pasar días revisando mentalmente mi comportamiento y el de la otra persona, porque me dio miedo comer ansiosamente para evadir la rabia, lloré por mi problema para manejar las situaciones complicadas. Y fue bueno. Porque normalmente no habría llorado, me habría tragado todo y me habría hecho muy mal. Ahora el tema me sigue obsesionando, obvio, pero intento desplazar de a poco esa obsesión. Yo no me comporté mal, yo no hice nada mal, y no hay nada que podría haber hecho mejor, y aunque pudiese, no puedo retroceder el tiempo. Tengo que aprender a aceptar y dejar ir.

Aceptar, dejar ir, y no comer para evadir lo mal que los conflictos me hacen sentir. Sentirme mal, llorar o gritar según corresponda en el momento preciso, no tragarme las cosas, desahogarme y luego sentirme mejor y seguir adelante con mi vida. Aprender a situar la rabia o la pena o la preocupación. Aceptarlas también y dejar ir. Aceptar y dejar ir... Me lo repetiré hasta que me entre bien en la cabeza.

Y eso, no me he pesado hoy, me peso mañana a ver si recuperé kilos o no, pero sea cual sea el resultado voy a hacer una semana ejemplar con la dieta del médico para seguir viendo pronto resultados mejores. Muchas gracias por sus saludos en mi última entrada y a seguir adelante!

PS: Tras cumplir mis dos primeras metas desde el Reinicio (15 de marzo), cambie la reglette, en ella va incluida mi tercera meta (68 kgs y el normopeso) y la cuarta (66 kgs). Abajo de tooodo en el blog hay otra reglette con todo el camino recorrido desde el año pasado.

Día 53 del Reinicio: De vuelta al 70

¡Así es! Ayer en la mañana me subí a la báscula antes de desayunar y ésta recompensó mis esfuerzos con un maravilloso 70 exacto, ningún gramo más, ningún gramo menos. Recuerdo cuando en noviembre pesaba esto y me tenía harta porque lo único que quería ver era un cambio en la báscula... y ahora estoy tan feliz de ver este numerito de nuevo! jajajaja. Ironías de la vida.

Así que por fin llegué a la segunda meta de las que me impuse el día de mi Reinicio (15 de marzo). Y toca remplazar la reglette por una nueva meta, pero a ratos me dan ganas de dejarla un tiempo más ahí mostrando mi meta cumplida, se ve tan linda, jijiji. Pero aún me falta para llegar al normopeso y más para el peso ideal así que prontamente será reemplazada por los siguientes objetivos.

Y... adivinen qué, mañana viernes es mi cumpleaños!!! Así es, cumplo 25 años, y estoy feliz de que los celebraré con 8 kgs menos que el año pasado (aunque si hubiese sido más constante podría ser una diferencia aún mayor, pero qué se le va a hacer). Creo que más adelante subiré las fotos comparativas para que las vean, yo en mi cumple del año pasado y yo en mi cumple de este año. Y espero que el del próximo año sí pueda recibirlo realmente en mi peso ideal.

Bueno, de sobre está decir que por el cumpleaños me saldré de la dieta, pues es EL día del año que es para mí y pienso consentirme. Pero inmediatamente después de eso vuelvo a la dieta con más fuerza que nunca, nada de decir "como ayer no estuve a dieta, mejor convirtámoslo en todo el fin de semana" o cosas así. No quiero. Quiero seguir portándome bien, seguir viendo buenos resultados, seguir cambiando mi vida. Esta vez realmente quiero hacerlo.

Sobre sus comentarios en mi entrada anterior veo que no soy la única reacia al tema de los medicamentos, jajaja. Bueno, les aliviará entonces saber que no los tomaré. El lunes tomé uno sólo y me alteró demasiado, estaba acelerada, medio temblorosa y por la noche no podía dormir. El médico me recetó algo también en caso que no pudiera dormir, pero eso me volvería realmente una adicta a los fármacos. Dos durante el día para controlar la ansiedad y luego uno en la noche para poder dormir? Ese no es modo de vivir. Si algún día siento una ansiedad incontrolable, consideraré tomar los fármacos sólo por ese día, pero nada más, no se volverán una costumbre ni una constante en mi vida, quiero hacer esto sin ellos. Creo que necesito ayuda para controlar mi ansiedad y cambiar mi vida, pero ayuda de otro tipo. Sé que hay gente que toma medicamentos y le funcionan bien, pero yo No quiero hacerlo. No si hay otro modo de hacer esto.

Ah, sobre el fibrasol, efectivamente es como una fibra que se diluye en agua, como si fuera un té. El médico lo recomienda porque también te ayuda a sentirte saciada y además combate el estreñimiento. Pero no es mi casi, si me pasa algo es que voy al baño demasiado seguido y no sé si necesito esta fibra extra en mi vida XD De todos modos compré una caja, just in case.

Así que aquí estoy, bien hasta el momento, contenta con la dieta del médico, contenta con mis resultados y contenta con MI CUMPLEAÑOOOOS, jajajaja. Así que ánimo que si yo puedo, ustedes también.

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En otro tema, quería repetir mi historia con el sobrepeso y las dietas para la gente nueva que ha ido llegando pero no me da tiempo de escribirla en extenso. Supongo que un resumen ejecutivo sería decir que desde la adolescencia que lucho con el sobrepeso y la ansiedad, gatillada en parte por problemas personales (que me han disparado la ansiedad y llevado a subir de peso). Hice varias dietas, perdí peso pero luego volvía a subir siempre en períodos de ansiedad. De esas veces la más memorable es del año 2006 que estuve pesando entre 60 y 61 kgs pero el 2007 volví a subir todo e incluso más. En febrero del año pasado llegué a pesar 81 kgs. Comencé algunas dietas interrumpidas que en julio me llevaron a decidir un intento "más serio", esta vez con 75 kgs y entonces abrí el blog.

En noviembre estuve pesando 69,5 kgs, en diciembre volví a subir un poco, luego lo volví a bajar y durante enero y febrero hice cualquier cosa así que volví a subir de peso hasta estar en 75 kgs de nuevo en marzo. Así fue como el 15 de marzo lo escogí como mi fecha de Reinicio y desde entonces estoy contando los días y tratando de dar cuenta de mi proceso lo mejor posible. Ya he perdido 5 kgs desde entonces, volviendo a sentirme como lo hacía en noviembre, y espero que desde aquí el camino sea nuevo y sólo avanzar en él, no volver a retroceder más. Esto para mí no es sólo estar a dieta y perder peso, quiero cambiar mi vida, mis hábitos y mi relación con la comida. No quiero comer por ansiedad o porque no sé lidiar con mis problemas. Quiero superar mi adicción a la comida y a comer cuando estoy triste, nerviosa, ansiosa, estresada, etc. En fin, quiero ser una persona sana con todo lo que eso implica.

Día 50 del Reinicio: Nuevo Proceso

Bueno, finalmente fui al médico. Me fue... más o menos. El médico bien y sus planes para mí bien, pero él no me agradó tanto, algo entre su personalidad y su forma de ser no me gustó del todo, no me hace sentir muy cómoda. De todos modos me dio una dieta, con un plan de alimentación que me pareció bastante previsible pero no está de más tenerlo. Y bueno, cuando le mencioné el tema de la ansiedad me di cuenta que había cavado mi propia tumba. Los benditos (o malditos) fármacos. Le dejé claro, eso sí, qué cosas había tomado antes y no quería volver a tomar. Así que me hizo una receta personal. El fármaco que esa receta daría como resultado se supone que sería mucho más suave que lo que yo tomé antes así que bien por ese lado, pero de todos modos yo no quería fármacos. Lo otro bueno fue que me dijo que yo viera si habían días en los que tenía la ansiedad más controlada, y ahí podía tomar menos del medicamento o no tomarlo, que no está escrito en piedra y que yo misma vaya evaluando y bien qué tal voy. No sé si eso es bueno o malo que te lo diga un médico, pero a mí me pareció bueno.

Así que aquí estoy, hoy empiezo con la dieta del médico y me despido de la Scarsdale, que si bien me ayudó y me pareció sana porque se comía de todo durante la semana, es bastante dura y no es manera de alimentarse para toda la vida. Y yo quiero buenos hábitos para toda la vida, así como también quiero herramientas y ayuda para controlar la ansiedad y que ésta no me controle a mí.

Sobre eso, mis niveles de ansiedad bajaron bastante recientemente. Creo que siento más ansiedad cuando siento que una situación se me va de las manos, y siento que no la puedo o no la quiero enfrentar. Eso, claramente, me hace comer. Como para huir de aquello que me preocupa, me atormenta, me angustia. El viernes enfrenté la situación que más recientemente me tenía así: la tesis. Me reuní con mi profesora, le hablé de mis avances y de lo que me queda por hacer y fue muy positivo. De paso le expliqué algunas razones externas por las cuales no he avanzado tanto como yo quisiera, y entendió perfectamente y me agradeció mucho la confianza. Después de eso... uff... hasta me cambió el ánimo, me sentía aliviada y feliz. Y no pude evitar preguntarme si no podré hacer esto siempre que sienta ansiedad. Al menos, cuando la ansiedad surge de una situación que sí está en mis manos solucionar, quizás sí puedo. Por ejemplo, si me siento ansiosa porque me peleé con alguien, quizás el remedio en vez de comer es hablar con esta persona y solucionar nuestras diferencias. El remedio ahora fue enfrentar el fantasma de la tesis. El remedio el día de mañana puede ser enfrentar una difícil tarea en el trabajo. Pero enfrentar, no huir más. Y menos intentar huir mediante la comida.

Comer para intentar evadir o escaparnos de las cosas malas que nos pasan generalmente es un acto inconsciente. Sólo sentimos ganas de comer mucho y no sabemos por qué, hasta después, cuando analizamos la situación. Optamos por no detenernos a analizarla antes de comer, porque ese análisis podría hacer que no comamos y queremos comer, así que chao al análisis. Pero quizás si logramos cambiar ese comportamiento, si nos detenemos, pensamos, analizamos y convertimos un acto inconsciente en uno consciente, podemos dejar de comer por ansiedad. Podemos luego canalizar la ansiedad en solucionar el problema que nos afecta, y luego de eso bajará y no sentiremos tanto deseo de comer. Quizás sí se puede. Quiero creer que se puede.

Ah, y bueno, sobre el peso, les cuento que en la consulta del médico pesé 74 kgs en vez de los 71,5 que pesaba en mi casa en la mañana. Horror. Bueno, al menos ya sé que son 2,5 kgs de diferencia entre pesarme en la mañana en ayunas y sin ropa y en la tarde con ropa (y más encima ropa de otoño-invierno). Pusimos como meta llegar a los 62kgs y luego ver si bajo más o me mantengo. Debo ir a verlo en un mes más y contarle qué tal me ha ido. Hoy en la báscula de mi casa peso 70,5kgs, lo que significa que he perdido 1 kg desde el jueves y estoy contenta con eso. Además, recuperé mi peso de diciembre.

Con estos 70,5 kgs comienzo mi día 50 y mi nuevo proceso, el de seguir la dieta del médico y probar el fármaco mágico, aunque creo que no tomaré mucho de él, sólo lo usaré en los días o los períodos en los que sienta mucha ansiedad, realmente no quiero depender de ningún medicamento, aunque sea más natural y suave que otros. Luego le contaré al médico y veré qué le parece, pero como lo dejó a mi criterio, no creo que le parezca mal.

A todo esto, ¿han oído hablar del Fibrasol? También me lo recomendó.

Yyyy... estoy a sólo 500 gramos de mi segunda meta desde mi Reinicio (el 15 de marzo, cuando volví a empezar tras un par de meses de hacer cualquier cosa, las metas están al costado)del blog). Definitivamente estoy contenta. Y cada vez me acerco más al normopeso, que son 68 kgs. Y luego, sólo será cosa de concentrarme en llegar a mi peso ideal.

Un abrazo a todas y todos los que leen, espero que su fin de semana también haya sido bueno.


PD: El sábado me hice una tortilla de espinaca de lo más sana, hoy la pruebo (bueno, cuando la hice probé los trocitos que se pegaron a la sartén y estaba muy buena!!! Además caminé mucho y me preparé jalea light para la semana, así que estoy orgullosa de haber convertido un sábado en el que normalmente no habría hecho mucho, en un día productivo en el que hice cosas que benefician mi salud, como prepararme comida sana y caminar a buen ritmo (aún no me atrevo a volver a correr porque estoy con un leve dolor en un tobillo). Otra razón para alegrarse.

Todo el camino desde marzo 2009

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