Día 9 del reinicio: post viaje por terremoto

Se acabó mi primera semana de regreso a la dieta. Tuve un par de días buenos, un par de día abiertamente malos y el resto fueron regulares, es decir con aciertos y fallas. Es difícil y mi voluntad sigue muy débil, con mucha facilidad dejo la dieta "para mañana" y decido comer o beber cosas que no corresponden. Pero esta semana que pasó estuvo marcada por un suceso inusual, un viaje. El viernes fui a visitar una de las zonas más afectadas por el terremoto, y estuve allí hasta el domingo.


Fue extraño estar ahí, en Talca (región del Maule, sur de Chile) y caminar por calles céntricas en las que a cada lado que mirabas había un edificio semi derrumbado. Fui a ver a una amiga de allá y ella nos contaba de los edificios que ella sabía que tenían orden de demolición. Había cuadras completas en el piso. Se podía ver a través de los muros, en ocasiones sólo la máscara del edificio permanecía en pie, y el resto se había derrumbado o ya había sido demolido. Había escombros en todas las esquinas y la gente pasaba junto a ellos como si ya fuesen parte del paisaje al que están acostumbrados. Polvo en todas las calles porque en muchas partes estaban demoliendo o retirando escombros de casas y edificios. Parecía una zona de guerra.


Fue extraño estar allí y luego volver a mi ciudad que aguantó tan bien el terremoto, donde se ven los que apenas parecen rasguños en comparación a las heridas de allá. Pero pudimos llevar ayuda a un hogar de niños (ropa, alimentos, etc), y ver muchas sonrisas que nos provocaron calidez en el corazón. Los juguetes que llevamos se los pasamos a un amigo de mi amiga que iría durante el día domingo a la zona costera (donde además hubo tsunami) a repartir juguetes dulces y algo de alegría a los niños afectados. Quizás no podemos hacer mucho, pero es algo.


Bueno, entre todo eso, claramente comí lo que había en casa de mi amiga, donde alojé, que no era comida de dieta. Y, ¡horror! el sábado se viene un matrimonio, y no espero tener un comportamiento perfecto, aunque ojalá que pueda moderarme, dentro de lo posible. Al menos ayer sí hice un día perfecto. Hoy ya comí un par de chocolatitos pequeñitos que trajo alguien de acá del trabajo para la oficina, no me pude aguantar, pero al menos los comí temprano, antes de almuerzo, y me queda todo el resto del día para portarme bien.


Y eso, hoy me pesé y sigo en 75, no he perdido ni un gramo, pero también me llegó la regla (lo que explica mis inusuales ganas de comer chocolate, mis tentaciones suelen ser las cosas saladas y no los dulces), así que es posible que sea un resultado algo engañador. En otro tema positivo, han habido menos réplicas a medida que pasan los días, así que ya no tengo mareos, pero no quiero cantar victoria aún, que por Ley de Murphy después de decir esto quizás se viene una réplica fuerte, ojalá que no!


Abrazos a todos y gracias por el apoyo!

Volver a empezar - Día 3

Catalogué el lunes 15 de marzo como el primer día de mi regreso a las pistas de la dieta. Sé que será duro, pero lo peor que me puede pasar es que fracase. Y prefiero fracasar a ni siquiera haberlo intentado.

El domingo me porté bastante bien con la comida (en parte gracias a un corte de luz a nivel nacional que nos tomó a todos por sorpresa y me hizo cambiar bruscamente mis planes de alimentación, curiosamente mejorándolos) pero ignoraba cuanto pesaba así que no pudo ser el día 1. Honestamente, no me pesaba desde diciembre. Cuando comienzo a portarme mal, también empiezo a evitar la báscula porque no quiero ver cuanto peso he recuperado. En mis más paranoicos sueños había vuelto a subir todo lo que bajé el año pasado, todo-todo, y había vuelto a los 81 kgs. Fue una agradable sorpresa descubrir que sólo estoy en los 75 kgs. Bien malo considerando que en diciembre pesaba 70,5 kgs, pero mejor que mis mayores temores.

Ahora que enfrenté la báscula y mis temores, definitivamente siento que me he sacado un peso de encima. Lo siguiente que me atemoriza es qué pasará cuando llegue a mi casa cansada después del trabajo cada día, pero supongo que debo tomármelo uno a la vez.Sé que me ofrecerán cerveza. Sé que mi voluntad es débil. Sé que sentiré ganas de prepararme unos mega calóricos tallarines con crema o un pan con algo. Pero debo resistir. Una vez que supere los primeros día en vez de aplazarlo y decir "mejor mañana empiezo" o "mañana me pongo más seria" todo será más fácil.

He decidido volver a empezar porque el camino no será igual al que ya recorrí. y no lo estoy retomando, quiero que realmente sea un nuevo inicio. Pero tampoco quiero olvidar donde he estado pues no quiero volver a cometer los mismos errores, quiero aprender, y recordar siempre de dónde vengo. Por eso, ahora hago un pequeño recuento:

Febrero 2009: 81 kgs.
Julio 2009: 75 kgs, decido ponerme seria con mi alimentación y empiezo el blog.
Noviembre 2009: 69,5 kgs. Menor peso alcanzado desde febrero '09.
Diciembre 2009: 70, 5 kgs . Interrumpo dieta hasta marzo.
15 de marzo 2010: 75 kgs. NUEVO INICIO.
Primera meta: 73 kgs. para el 1 de abril.


También les cuento mi menú del lunes, no ha sido perfecto, faltó merienda a media mañana, más fruta, la cena estuvo mal, etc. pero lo iré mejorando:

Desayuno:tostadas integrales con quesillo 0% y jamón de pavo. Té con leche descremada.
Almuerzo: Ensalada de zanahoria, tomate y lechuga con pollo. Porción pequeña de arroz integral.
Media tarde: 1 taza de frutillas
Cena: 1 pan pita integral con queso light.

Asi que así es, el 15 de marzo empiezo con 75 kgs, ya veremos como voy, a ver si logro regresar a esos 69,6 que alcance en noviembre, y luego me impongo nuevas metas. No demasiado exigentes hasta que pasen las réplicas del terremoto y baje un poco el nerviosismo y la ansiedad, pero espero ir mejorando poco a poco.

Resoluciones Post Terremoto

Primero que todo, muchas gracias por los buenos deseos, ánimos y comentarios en la entrada anterior.
Segundo... a ver, tantas cosas. ¿Por dónde empezar?
Voy a partir desahogándome, que buena falta que me hace. A ver si al desahogarme acá, evito hacerlo con la comida esta noche.
Hubo un terremoto en mi país y fue horrible. Y aunque estoy en un privilegiado grupo que se vio mínimamente afectado, siento que acabó de torcer lo que ya estaba torcido, tal como lo hizo con árboles y edificios.
He pasado los últimos meses haciendo lo que hago mejor: evadiendo. Por medio de la comida y la bebida evado todo lo que debo hacer y todos los sentimientos negativos que poseo. Evado la tesis, evado la dieta, evado mis resoluciones o mejor dicho, el trabajo que debo hacer para lograrlas. Evado la frustración, y doy rienda suelta a la ansiedad. Evado el nerviosismo, intento ahogarlo con comida y alchol. Vuelvo a todas mis malas costumbres de siempre.
Siento pena y decepción de ser tan débil, pero la autocomplacencia es mayor, no quiero volver a realizar el esfuerzo que me requiere cambiar. Quiero seguir así y evadir aún más. No quiero pensar en lo que debo hacer ni en las cosas que no están bien o con las que estoy disconforme. Sólo quiero hundirme en la apatía, no hacer nada, cumplir con la rutina, y beber y comer cuando esto no me baste.
El terremoto sumó una nueva gota de nerviosismo, ansiedad y angustia en mi vida. Y es lo mínimo, lo sé, hay gente que lo perdió todo y yo quejándome de que las réplicas me provocan mareos y ansiedad. Las pesadillas que se cuelan en mis sueños en las que vuelve a temblar (o quizás tiembla mientras estoy durmiendo, ya no lo sé, pues tiembla todo el tiempo aquí), en las que revivo el temor, los nervios, las ganas de llorar.
Una parte de mí sólo quiere cambiar su vida para siempre, irse al sur a levantar casas, a repartir ayuda, a hacer algo útil por quienes están sufriendo. Otra, sólo quiere evadir todos los sentimientos malos que han salido a flote en los últimos días y dormirme en la apatía y la evasión.
El próximo fin de semana espero partir al Sur a hacer lo primero y dejar de hacer lo segundo. Y desde hoy, quiero decir que no quiero evadir más. Sé que hay días en los que lo haré y que tendré caídas, seguramente muchas este año, porque no es un año fácil. Pero quiero tratar. No quiero seguir evadiendo e intentando en vano ahogar todo lo negativo que siento, todo lo que me tiene disconforme pero me da flojera cambiar, todo lo que está en mis manos mejorar.
El terremoto estaba fuera del control de todos nosotros y devastó las vidas de muchos, al igual que el tsunami. Y una acá se queja y llora por las cosas que sí puede cambiar pero le resultan difíciles. Yo puedo mejorar mi vida, y vivir una vida mejor, más plena, y convertirme en la persona que siempre he querido ser. Eso sí está en mis manos. Basta ya. Será difícil, sí. Los mareos, el miedo y el nerviosismo no ayudan. El estrés que vendrá con las muchas tareas que debo cumplir, tampoco. El hecho de que mientras escribo estas mismas palabras esté temblando, menos. Pero lo intentaré. Al menos no podrn decir que no lo intenté.

Gracias a todos por estar y leer. Hoy vuelvo a empezar.
PD: Alguien conoce algun remedio casero para los mareos? Trabajo en un piso 19 y con tantas replicas y lo que se mueve el edificio, en serio que me estan volviendo loca.

Todo el camino desde marzo 2009

Reglette regime