Mini antes y después

Hoy tengo para ustedes un mini antes y después. Para mi cumpleaños, en mayo de este año, me puse por primera vez en un "evento social" mi corset rojo, el mismo que usé para el matrimonio. Con 7,5 kilos menos, aproximadamente, lo volví a usar para el matrimonio el sábado 17 de octubre. Es un mini antes y después, pues el real antes y después será cuando haya alcanzado mi meta del 58 o al menos me le acerque bastante, y será en comparación con mis fotos de febrero en las que aparezco en el sur de Chile de vacaciones, intentaré usar la misma polera roja, aunque los jeans no creo que me queden, jejeje.



















Aquí aparezco con como 78 kilos en una y con unos 70,5 aprox. en la otra. Se nota el cambio??? En la segunda foto tengo cintura, jajaja, y en la primera mi pierna es como 2/3 del ancho de toda mi falda en la segunda. Mis pechos están casi igual de grandes, sólo yo noto la diferencia, qué se le va a hacer, jeje.

Bueno, cuando pese menos no creo que pueda volver a usar el corset, porque me quedará grande y ya saben que la gracia de los corsets es que aprieten. Como llevan barbas a los costados, no se ajustan al cuerpo como un top cualquiera, más bien al revés, el cuerpo se ajusta a ellos, siempre que el corset no quede grande. ¿Cómo sé esto? Porque soy amante de los corsets, benefician mucho las figuras curvilíneas, destacan la cintura y suben los pechos, hasta disimulan un poco la panza, así que siempre he sido amiga de los corsets. Para las más curvilíneas de ustedes los recomiendo altamente si tienen un matrimonio o evento semi formal. Y eso fue otro capítulo de la moda con GS, jajaja.

Espero que les hayan gustado las fotos. ¡Abrazos!


PD: Saben que cuando me saqué la foto del cumpleaños, la primera, me impacté, porque siempre por gordita que haya estado se me ha visto cintura, en parte porque la tengo y en parte porque los pechos me ayudan a que se me vea más cintura, aún estando con sobrepeso. Pero al ver que en esta foto no se me veía casi nada (y eso que fue en mayo, cuando había perdido 3 kilos desde febrero) me horroricé un montón y decidí guardarla como "motivación", para verla y recordar que no quería volver a estar así. Eso, un detalle que quería compartir con ustedes =)

PD2: Ya me dijo White Rose que no me censure el rostro, pero lo tenía censurado de antes en estas fotos (las edité hace un tiempo) y aún me da un poco de vergüenza la idea...

Las dietas y yo

Cuando era adolescente comencé con las dietas. Nunca las necesité en la niñez ni en la pubertad, siempre fui delgada, incluso era reconocida como una de las "flacas" de mi curso de colegio, quién lo diría.

Con la pubertad llegaron las curvas. Mis compañeras especulaban sobre si me había llegado o no mi primera menstruación al ver que tenía más curvas que ellas (aunque en ese tiempo tampoco eran muchas), mi cuerpo siempre fue así, un paso más adelante que el resto en lo que a pechos y caderas respectaba. Al principio mis curvas eran aún algo discretas, y el cuerpo delgado que tenía en ese tiempo las lucía muy bien. Me gustaba mi cuerpo, aunque siempre me acomplejaron un poco mis piernas, pues también tomaron forma antes que las de mis amigas. Pronto eran un poco más gorditas en el muslo que las de otras niñas, y a mí eso me acomplejaba un poco, me parecía gordo y feo, jajaja, pero bueno, era una niña.

A los 14 años engordé por primera vez un poco, y mi madre apenas lo notó me puso en mi primera dieta, aunque no tenía mucho sobrepeso, sólo un poco. Fue una dieta con nutricionista, si mal no recuerdo, muy sana, y también fui al gimnasio, por primera vez, antes hacía danza, pero nunca había ido a un gimnasio.

A los 15 había perdido el peso que necesitaba y estaba perfecta, pero pronto volví a engordar un poco. A los 16, otro poco. Y a esa edad empezaron mis dietas locas. Comencé a hacer dietas relámpago antes de algún evento social o algo importante (una vez antes de una presentación de manos libres con el equipo de gimnasia, yo hacía esto porque era lo más parecido a la danza que había en el colegio). Las dietas me las daban mis compañeras. Eran las típicas dietas shock, así como "la dieta de la manzana" o "la dieta de la sopa" o una de comer un tipo de alimento (frutas, verduras, lácteos, etc) distinto por día. Siempre perdía peso. Siempre volví a subir.

A los 17 pasó lo de mi mamá que les conté en un post sobre mi historia y engordé mucho, por ansiedad. Antes yo ya me había dado cuenta que la ansiedad era un problema que yo tenía y con el que recurría a la comida. Veía que cuando mi mamá me retaba por mi peso y trataba de vigilar mis comidas mi ansiedad aumentaba y mayor era mi deseo de comer, así que terminaba comiendo a escondidas. Todo empeoró después que ella enfermó. Por primera vez sobrepasé los 70 kilos, llegando a pesar como 75, en aquél tiempo. Para el verano de ese año fui a un médico, me puse a dieta y tomé clases de danza 3 veces a la semana, además caminaba mucho. Bajé 11 kilos. Volvió a comenzar el año escolar, volvió el infierno de la enfermedad de mi mamá y el colegio donde me sentía incómoda y fuera de lugar. Volví a engordar. Entonces comencé a vomitar por primera vez. Me inducía el vómito de vez en cuando para escapar de la culpa por mis excesos. Nunca lo hice con demasiada frecuencia, sólo dos o tres veces a la semana en mis períodos de mayor actividad. Pero no lo hice sólo por el peso, la comida y la culpa. Lo hice porque quería destruirme a mí misma. Estaba sumida en una profunda depresión y no me importaba cómo, quería atentar contra mi cuerpo, deseaba destruirme. Deseaba estar en cualquier lugar menos donde estaba. Quería desaparecer o dormir para siempre, o al menos por varios años. Si cualquiera de mis acciones parecía dañina, no sólo no me importa. Me gustaba un poco. Era lo que quería. Hacerme daño. Como fuese. Entre más, mejor. Junto con la comida, era mi droga. Dañarme.

Con 18 años, en el verano hice otra dieta, esta vez por mi cuenta y también sana, siguiendo los consejos de mi dieta con médico del año anterior. No hice mucho ejercicio, pero caminaba bastante. Esta vez no bajé tanto como antes, unos 8 kilos. Pero fue lo suficiente para verme bien durante la temporada de calor. Pero en ese verano conocí también el alcohol. Antes lo conocía, claramente, pero ese verano tuve amistades cerveceras por primera vez. Me juntaba con ellas a beber casi día por medio (estaba de vacaciones). A veces con moderación, otras no tanto, otras nada. Así llegué a la universidad con una resistencia envidiable por hombres más grandes que yo al alcohol. Y así llegué a las fiestas universitarias, y el alcohol afianzó su estadía en mi vida.

Subí de peso en primer año, otra vez. Desde entonces, en innumerables ocasiones comencé dietas que rompía a los 3 días o menos. Siempre tratando de mantenerlas sanas, con las ideas de los médicos y las dietas que me habían dado. Pero no duraba. Pero siempre volvía a intentarlo porque una parte de mí sabía que no estaría 100% satisfecha si no estaba en mi peso normal. Pero era más fácil decir "no, en realidad no me importa, después me pongo a dieta, comienzo el lunes" que ser constante. Era más fácil aplazar indefinidamente el cambio definitivo que realmente hacerlo. Así transcurrieron 3 años.

En el 2006 hice la gran dieta de la que a muchos les conté. Perdí unos 15 kilos, más de lo que jamás había perdido en mi vida. Por primera vez en años volvía a pesar lo que pesaba a los 15 años. Ni siquiera con mi dieta a los 17 ó a los 18 lo había logrado. Además, entré a trabajar de extra a una compañía de teatro que montaba musiocales. Yo bailaba de extra y sudaba mucho, tomaba clases de danza con ellos, y además comencé a correr para mejorar mi resistencia física. Así logré tener el físico de unas fotos que les mostré hace varias entradas de ese tiempo. Podía mostrar el ombligo feliz. Usaba mini faldas, sin complejos por mis piernas, y todos los vestidos me quedaban bien (excepto a veces por mis pechos, pero hay cosas que no cambian).

Pasó un año. Mi novio de aquél entonces y yo terminamos de manera definitva. El vacío que dejó al salir de mi vida fue tal, y yo por un estúpido orgullo fui tan reacia a admitirlo, que me dediqué a destruirme otra vez, pero esta vez sin vómitos. Con mi ya no tan nuevo amigo el alcohol. Y con comida, claro, pues cada vez que bebía me daba hambre. Y vaya que me destruí. Preocupé a toda mi familia y a algunos amigos. Todos los fines de semana llegaba borracha a casa. No con unas copas de más, borracha. Una vez me caí y me herí el rostro en mi borrachera. Perdí dos teléfonos móviles. Y engordé. Y cuando dejé de beber tanto y comencé a estar mejor, estaba tan confiada de que aunque había engordado, seguía estando más flaca que hace unos años, que seguí comiendo sin ningún control. Y seguí engordando. Y no me di cuenta y estaba en el lugar donde partí antes del 2006. Porque no supe o no quise manejar mis emociones ni mi ansiedad. Porque no quise asumir mi dolor y decidí comérmelo y bebérmelo. Porque no quería asumir cuantas cosas estaban mal en mi vida o me molestaban y era más fácil comer, comer, comer.

Luego volví a las dietas interrumpidas, a las que rompes a los 3 días y dices "el lunes empiezo, el lunes lo hago en serio". Y así transcurre una semana, y otra, y otra. En septiembre del año pasado me vine a vivir sola con una amiga. El primer mes me porté muy bien, comí sano, mis comidas dependían sólo de mí, y podía prepararme siempre ensaladas y cosas así. Bajé unos 4 kilos. Pero luego me ganó el hastío y la conformidad y comencé a comer mal, dejé de planificar mis comidas, compraba cualquier cosa o me preparaba siempre pasta. Y luego me puse un poco tonta otra vez.

Mi desesperación por perder peso era tanta y mi constancia y fuerza de voluntad tan pocas, que volví a las dietas relámpago. Incluso volví a vomitar algunas veces. Hice "la dieta de la fruta", y "la dieta diurética del melocotón" (estoy inventando los nombres, en verdad no los recuerdo) y otras tonterías. Siempre volvía a subir al acabarlas y aumentaban mi ansiedad por carbohidratos a niveles abismantes. Ahora pienso que es natural. Claro que el cuerpo te pide comer de todo con moderación. Claro que el metabolismo se vuelve más lento si comes apenas 500 calorías por día. Claro que el cuerpo siente que lo estás matando de hambre y en tu próxima comida te pide, no TE EXIGE carbohidratos para obtener de ellos de manera rápida las calorías que le faltan. Claro que te pones más ansiosa y sientes más deseos de comer. Es evidente. Mi madre me lo repetía siempre cuando yo me quejaba de que me mataba de hambre y no perdía peso. Yo no le hacía caso. No quería hacerle caso. Hasta que la realidad fue más fuerte. Nada de esto estaba resultando y yo terminaba cada vez más frustrada y ansiosa y gorda. Ya ni siquiera perdía peso con las dietas shock. Mi cuerpo se acostumbró a ellas. Pasó el verano en el que no hice dietas y me di la buena vida. Luego volví a la capital para pesarme y enfrentar la realidad: 81 kilos.

Entonces decidí cambiar. Para siempre. Me topé con el blog de M por casualidad y aunque nunca le posteé me ayudó mucho leerla. Decidí lidiar con mis problemas, enfrentar mi ansiedad y mi mala relación con la comida y cambiarla para siempre. Nunca más comer para escapar de mis problemas. Hacer una dieta sana, aunque debiese armarme de paciencia y fuerza de voluntad y aunque me demorara un año entero en llegar a mi peso ideal. No me resultó desde el principio. No siempre fui constante. Tuve varias dietas interrumpidas hasta el 21 de julio, que me dije "no puedo aplazar más hasta el 'próximo lunes' el cambiar mi vida. No puedo dejar más tiempo pasar. Tiene que ser ahora. Debe ser ahora". Y así ha sido, con altos y bajos, pero creo que va bien. Y entonces abrí el blog para apoyarme y los conocí a todos ustedes.

Y esa es mi historia con las dietas. ¿Cuál es la suya?

No dormirme en los laureles

Bueno, primero que todo agradezco todos sus elogios por las fotos del matrimonio, de verdad que me han hecho sentir muy bien, aún mejor de lo que me sentía al verme.

Hay quienes comentaron que ya me veo muy bien y no debería preocuparme de bajar mucho más. Lo cierto es que es natural que cuando tu sobrepeso ya es sólo de 10 kilos no es nada tan grave y si tienes la suerte de tener buena contextura te puedes ver muy bien, como si sólo te sobraran un par de kilos en vez de una decena. Pero aún no estoy en mi peso ideal. Mi IMC sigue marcando sobrepeso, el cual es un indicador más "objetivo" que mi percepción. Por otro lado aún cuando llegue al IMC normal (con 68 kilos) tampoco quiero estar ahí" justo", no quiero tener un IMC de 24,9 y sentir que no puedo subir un sólo kilo porque vuelvo al sobrepeso. Y finalmente quiero sentirme y verme realmente bien, como dije antes NO CONFORMARME. Ya he tenido demasiado conformismo en mi vida y siempre me excuso porque mi familia es difícil, porque mi vida ha sido un caos, porque estoy deprimida o en crisis o qué se yo. Ahora que estoy bien se me acabaron las excusas. Y, de todos modos, no quiero tenerlas. Quiero verme lo mejor que me pueda ver, sin caer en extremos. ¿Recuerdan mis fotos del 2006? ¿Ustedes no querrían volver a eso?

Aún me queda camino por recorrer y no quiero ni debo olvidarlo. Antes odiaba cuando en mi casa mi mamá o mi abuela me criticaban por tener 5 kilos de más, si ni se notaba y además me ponían más ansiosa. Ahora soy yo quien quiere recordar que aún tengo sobrepeso, que esta no es mi meta y no puedo "dormirme sobre los laureles". No porque nunca llegué a tener obesidad mórbida significa que esté bien. Haber tenido el tipo de obesidad más leve de todas es suficiente para mí, para despabilarme y comprender que no puedo estar arriesgando así mi salud, física y mental, sólo porque es más fácil decir "no importa" que cambiar. Sí importa, a mí me importa, y a todos quienes estamos en esto nos importa. Y está bien que importe, es importante, quiero tener una vida plena en la que esté satisfecha con todo aquello que puedo controlar. Y quiero tener control sobre mi vida, nunca más quiero que el descontrol, la ansiedad o los impulsos y emociones mal manejadas me controlen.

Puede que mi peso no haya llegado a los 3 dígitos, pero soy tan adicta a la comida como aquél que sí lo hizo, y por eso les ruego su comprensión. Puede que yo haya partido desde un peso que es una "meta" para muchos, pero no por eso tengo un problema menor. Quizás tenga menos kilos qué perder, pero tengo una adicción igual de grande qué superar, unas emociones igual de mal manejadas, una lucha día a día contra un aspecto de mí misma. Y disculpen que sea tan repetitiva con esto, es que me tiene que entrar en la cabeza, tengo que asumir que deberé luchar con esto siempre, aunque a veces será más fácil. Tengo que asumir mi problema como nunca lo hice antes para poder lidiar con él y que no se agrande más, que no se me vuelva a escapar de las manos.


En buenas noticias de hoy, les cuento que volví a los 70,2. Después del matrimonio del sábado y otra fiesta el viernes, subí hasta como 71,2. Pero lo he vuelto a bajar. Este fin de semana me propuse firmemente no más "licencias", como me recomendó M, no las tendré sino hasta una cierta fecha, el 31 de octubre que es el cumpleaños de un amigo y una amiga. Y ese día me obligaré a que la licencia sea moderada, no como el fin de semana pasado que, honestamente, no lo fue.

Hoy tuve otra sesión de masajes y debo decir que me siento muy contenta con esto. Le tengo mucha fe a la hermana de mi amiga, a los resultados que me cuenta que sus clientas han visto y a la seriedad con la que se toma su trabajo. Me tomó mis medidas en la primera sesión. Ahora lamento no haberlas tomado a fines de febrero, con mis 81 kilos, para luego poder ver el cambio total, pero bueno, creo que la ropa que ya me queda grande habla por sí sola.

Abrazos a todos y buen finde, espero que todos nos portemos bien éste, jejeje. Y de nuevo, gracias por sus comentarios =)


PD: Cris, claro que los pechos me ayudan a que se me vea menos tripa, jeje, siempre me ha pasado y es una "suerte" en ese aspecto, jaja, pero también espero que bajen un poco con la dieta, es una pesadilla tenerlos tan grandes desde las molestias físicas, hasta bromas no muy halagadoras que recibo hasta la mucha ropa que simplemente no me queda. También por eso esta vez quiero llegar a los 58 kilos cuando bien podría conformarme en 61. Con 58 veré si realmente necesito una operación para reducirlos o no.

Masajes

Hoy fue mi primer día de masajes reductivos. La semana pasada decidí comenzar a tomarlos con la hermana de una amiga que se ha especializado en esto. Evidentemente que mi amiga (su hermana) la recomienda mucho y dice que quienes lo han tomado han visto resultados. Yo tengo el "drama" de que aún cuando más he bajado de peso (el 2006) a pesar del mucho ejercicio que hacía en ese tiempo tengo zonas en la que la grasa acumulada nunca baja, así que pensé que una pequeña ayuda esta vez no me vendría mal, para complementar con la dieta y la actividad física. Pronto les contaré qué tal me va.

El matrimonio del sábado estuvo muy lindo, era en un sitio desde el cual se veía todo Santiago iluminado de noche, hacía algo de frío, pero nada terrible. Claro que fue terrible para la dieta, me olvidé de la "moderación", así que subí algunos gramos que estoy tratando de bajar, lo que retrasó mi salida del 70, claramente, a ver si el fin de semana tengo noticias positivas (como estar por fin en el 70 exacto, sin más gramos).

Todos los días lucho por recordarme que aún me queda camino por recorrer y que no puedo hacer cualquier cosa todos los fines de semana. Algunos sí, en ocasiones especiales, pero tampoco "cualquier cosa", sólo darme más gustos pero con moderación. Ahora por el matrimonio estuvo bien, pero ya no más, todos los fines de semana recupero los gramos perdidos durante la semana y así no bajo nada.

Es tentador querer quedarme como estoy, porque ya me veo mucho mejor, porque he vuelto a reconocer mi figura, porque hay ropa linda que me queda bien y todos me dicen que he perdido mucho peso. Pero aún no estoy en mi peso ideal, y las fotos en las que NO posé, en las que NO traté de ponerme en mi mejor ángulo ni entré la panza ni traté de disimular la papada, me lo recuerdan. Me recuerdan como me veo de afuera. Antes las odiaba por lo mismo, ahora las agradezco porque me devuelven a la realidad, y me hacen ver cuanto camino aún me falta. Como la ropa que todavía no me queda, como el peso que todavía no bajo, el IMC normal que aún no llega. Lo necesito todo para que la mediocridad no me venza, como dije en la entgrada anterior.

Y tras esa tremenda reflexión los dejo con lo que realmente quieren ver, jajaja, las fotos del matrimonio. Ah, me alisé el cabello para la ocasión, en verdad lo tengo rizado. El que sale al lado es mi novio, claramente. Finalmente el corset me quedó más escotado de lo que me quedó cuando me lo probé en casa, así que no estuve tan cómoda con él tampoco, jajaja, pero con el vestido negro habría estado nerviosa toda la noche por lo ajustado que era, así que creo que fue una buena decisión. Finalmente lo combiné con una falda negra que cubre las rodillas y botas negras de caña alta (las únicas que me han cerrado en mi vida).

Ahí van las fotos del matrimonio, nos vemos tan lindos y combinados!!! jajajaja.

Bueno, más abajo pongo una foto en la que no atiné a entrar la panza, y me veo considerablemente más gordita, para que vean la "realidad" sin máscaras. Sé que no es tan terrible, pero siento que si no me lo recuerdo, que cuando no poso ni me miro al espejo (momentos en los que una también posa a su manera) me veo así, sólo estando distraída (o sea el 99% del tiempo), olvidaré que aún me queda peso por perder.

No a la mediocridad

Aún no logro salir de la barrera de los 70, pero me faltan sólo unos pocos gramos. Hoy me pesé y estoy como en 70,2 ó 70,3 (es difícil saberlo, porque es de esas básculas con aguja, y no se ve con tanta exactitud. Ya estoy casi en la mitad del camino y tengo que recordarme constantemente lo importante que es seguir.

Cris lo escribe muy bien cuando habla de su "gorda interior". Yo también tengo la mía, la que se deja cegar por la ansiedad y decide mandar todo al carajo, que nada le importa, sólo comer, ni siquiera le importa el por qué está comiendo. Pero yo no soy esa "gorda interior". Es uno de mis aspectos pero soy una persona mucho más completa y en mi lucidez actual veo que SI IMPORTA. Importa todo. Importan las decisiones que tomamos, importan las veces que decidimos perder el control e importa el por qué comemos. No quiero nunca más comer para escapar de la ansiedad, el estrés, la angustia, el dolor o la rabia. Soy mejor que eso, soy más que eso.

La gorda interior me dice que ya bajé suficiente, que para qué sufrir más, que mejor empiece con la dieta de mantenimiento ahora ya, que me permita más cosas y no me me prive tanto, que coma por las noches, que beba alcohol, que coma papas fritas grasosas y pizza y sushi y helado y todo lo que quiera durante unos días y luego lo compenso con otros. Pero si le doy en el gusto sé que le abriré la puerta para que me haga perder el control. Y no será un sólo día que hago una excepción, serán 2, 3, 4, 10, 20. No me habré dado cuenta y habré vuelto al sitio al que partí y me rehúso a hacerlo. Me rehúso además a ser mediocre, a "conformarme". No quiero conformarme, quiero realmente estar satisfecha con como me veo y me siento. He perdido 10 kilos y me quedan otros 10 por perder. Sí, me veo y me siento mejor, pero no estoy en mi peso ideal, sigo teniendo sobrepeso y sigo sin sentirme 100% cómoda. Y haré lo que sea necesario por sentirlo, porque no me merezco "conformarme", me merezco dar lo mejor de mí para sentirme lo mejor posible.

Bueno, quiero aprovechar aquí de felicitar a M preciosa por su gran cambio, sus fotos son realmente sorprendentes. Cris, a ver si nos ponemos de acuerdo y vamos juntas a visitarla y compartir experiencias, jaja. Y también felicitaciones a Versus por su año de vida sana, aquí aprovecho de inscribirme al sorteo.

En otro tema, ayer fui de compras con mi novio para ver qué usaremos para el matrimonio de mañana. El se compró un traje precioso con una corbata roja que combinará con el corset que yo usaré. Obvio que tomaré fotos y se las mostraré. Estuve algo indecisa sobre qué ponerme. Tenía decidido usar un corset rojo que usé para mi cumpleaños, con 8 kilos más que ahora, y de paso me servía para hacer la comparación de como me veía entonces, que me entraba apenas, y ahora, que me queda perfecto. Pero luego mi novio me vio con un vestido negro que me traje de casa de mi familia para ver qué tal me quedaba y cuanto me falta bajar para que me quede bien, y le gustó tanto que casi me convence de usarlo.

Finalmente me saqué unas fotos para verme "desde afuera" y la elección era obvia. El vestido negro es muy ajustado y no me hace sentir cómoda aún, además, el escote que tiene no me beneficia, hace que mis pechos se vean más grandes, mientras que el corset realmente resalta mi figura. ¿¿¿Quieren ver las fotos??? Se las muestro en un rato, pero deben olvidarse de la falda con la que aparezco, que obvio que NO es la que usaré. Me la puse sólo porque era la primera que tuve a mano.

Bueno, mañana es el matrimonio, me compré una falda negra muy linda para usar con el corset y me impresioné al ver que me quedaba, pues pensé al probármela que no me cabería, aún tengo la mentalidad de los 81 kgs medio pegada. El domingo subiré fotos para que nos vean y opinen qué tal el look definitivo. Mañana intentaré no excederme con el alcohol y la comida, pero deberé comer (qué feo se vería que no lo hiciera) aunque sea de noche, y definitivamente quiero beber para poder hacer los brindis, pero intentaré controlarme.

Abrazos a todos y buen finde!!!!aquí va la foto del corset, intenten recordar que NO va con esa falda, jajaja. Abajo pongo otra del vestido negro, para que vean lo ajustado que es, si no entro la panza y estoy prácticamente sin respirar, se me marca todo el cuerpo, aún si lo uso con medias reductoras y camiseta reductora XD
Bueno, eso sería todo, ¿¿¿qué opinan????


PD: Mara, aprovecho esta edición para pedir encarecidamente que te aprezcas de nuevo pronto por la blogósfera, imagino que estás muy ocupada pero se te extraña montones.

Ni tan bien ni tan mal

Me encantaría contarles que esta semana que he estado desaparecida he avanzado mucho con la tesis y me he portado muy bien y he bajado el peso que tenía proyectado perder para esta semana. Pero no ha sido ni lo uno ni lo otro. Simplemente he estado absorvida por el trabajo, uno que otro compromiso social, no he avanzado casi nada de la tesis, el cambio de estación me ha afectado un poco el sueño y siempre estoy cansada o duermo mal, y no me he portado muy bien con las comidas.

Este sábado tengo el matrimonio del cual les conté y parece que estoy cambiando de opinión sobre qué ponerme, a ver si mañana me animo y me saco unas fotos y ustedes me dan una opinión, pues parece que la necesito.

He perdido apenas 500 gramos desde el 2 de octubre, mi última actualización de peso, y no ha sido por estancamiento precisamente, sino porque más que dieta-dieta he actuado como si estuviera en la dieta de mantenimiento, permitiéndome muchas más licencias de las que debería, han habido días en los que he olvidado totalmente que estoy a dieta y he salido y comido y bebido cualquier cosa, y otros en los que me he portado perfecto, lo cual me ha dado el equilibrio suficiente para no volver a subir.... pero como verán tampoco he bajado mucho. Esto me tiene un poco triste porque para el matrimonio quería haber salido de la barrera de los 70, pero tendré que aplazar un poco esos planes, supongo, pues tampoco pretendo estar sin comer ni beber nada en un matrimonio, tengo fuerza de voluntad pero no tanta.

Un abrazo a tod@s, espero que les esté yendo mejor con sus metas que a mí. De todos modos no me desanimo, ya las alcanzaré, lenta pero segura. Ah, hice una receta de un queque de zanahoria light que Mara subió hace un buen tiempo a su blog y me quedó espectacular, jajaja, nunca como para competir con las tartas de Amara, pues yo recién estoy empezando con esto de la cocina y me queda mucho por mejorar, pero me siento contenta y orgullosa, claro que sí. Saludos y buena semana.

Nostalgia a medias

A ratos me da por evocar con algo de nostalgia el año 2006. Había alcanzado tras mucho esfuerzo mi peso ideal. Me había acostumbrado tanto al sobrepeso en mi vida, que me despertaba todos los días y no me podía creer que estaba en mi peso. Parecía que el sobrepeso había sido una pesadilla lejana. Pesaba entre 60 y 61 kilos. Nunca antes desde que comencé a subir de peso había logrado bajar tanto. Antes siempre bajaba hasta como los 66 kilos. Pensaba "Ahora que logré esto nunca más debo volver a estar como antes". Pero volví a hacerlo.

Ahora ansío volver a sentirme así. Despertar cada mañana y que el sobrepeso haya sido una pesadilla lejana. Deseo dejar atrás para siempre este capítulo de mi vida y nunca más volver a él. Pero me da miedo. Esa vez perdí como 15 kilos. Ahora la meta es mayor porque llegué a pesar más. La meta son 23 kilos (voy casi en la mitad). Y ahora sé que no importa cuanto haya bajado, siempre puedo volver a subirlo todo si no hago las cosas bien. Y quiero hacerlas bien.

Lidiar con mi ansiedad es mi prioridad pues sé que es mi peor enemiga, que es la que me llevó a subir todo de vuelta el 2007. No supe lidiar con mis problemas personales y me refugié en la comida y la bebida y no me importaron las consecuencias. No quiero volver a hacerlo nunca más, no sólo por el sobrepeso sino porque también quiero salud sicológica y mental.

Chicas y chicos, también quiero pedirles que cuando comiencen a llegar a su peso ideal nunca se descuiden, pues yo ya lo hice una vez (de hecho varias, pero la del 2006-2007 es lejos la más memorable) y ya ven como estoy, haciendo todo de nuevo y esta vez es más difícil. Cuesta más perder peso, es más peso el que hay que perder y tengo que enfrentar cosas que debí haber enfrentado la primera vez. Examinen bien sus conductas, sus hábitos y la forma en que se relacionan con la comida. Si comen por ansiedad, para escapar del estrés, la rabia, las frustraciones del día a día o el cansancio, soluciónenlo ahora, no hagan como yo, y nunca lo descuiden.

No den nada por sentado, hagan como si fuera una relación amorosa (jeje), que si la descuidan pueden perder lo que han logrado. Siempre debemos estar atentos, observando nuestras conductas y cuidándonos.

Anhelo volver a sentirme como me sentí el 2006, pero también anhelo sentirme distinta. He crecido y las cosas no son iguales. Estoy intentando enfrentar problemas con los que en ese tiempo aún no lidiaba. Y ahora espero enfrentar todo lo que conlleva una gran baja de peso con mayor madurez y tomando mejores decisiones. Y espero seguir escribiendo acá, para mantener mi "cable a tierra" y para compartirlo todo con ustedes.

¡10 Menos!

Hoy les escribo para compartir con ustedes algo que me hace muy feliz. La báscula ha marcado por fin el 71. Esto significa que he perdido 10 kilos desde febrero, lo que me llena de orgullo y alegría.

Sé que he tardado 7 meses en perder unos 10 kilos que, de haber sido más seria con mis intentos de dietas iniciales, podría haber perdido en tres meses. Por un lado lamento no haberme "puesto las pilas" antes, como decimos acá. Pero por otro me agrada que el proceso sea lento, pues así me será más fácil mantenerme después y no volver a subir.

El 21 de julio comencé con mi última dieta "en serio", que mantengo hasta ahora aunque sin duda que la he modificado en el camino. Desde entonces he perdido 4 kilos, no es mucho para 2 meses, lo sé, pero considerando lo difícil que me resultó agosto (estaba estancada en mi peso sin importar lo "bien" que me portara y apenas caía en alguna tentación, volvía a subir con mucha facilidad), creo que es todo un logro. Ahora voy mucho mejor encaminada y he aprendido mucho.

Desde el 21 de julio también que me di cuenta que no sólo necesitaba un cambio de dieta, necesitaba un cambio de vida. Me di cuenta gracias a los blogs de algunos de ustedes que visité antes de crear el mío, especialmente el de M, que fue el primero. Y al leer como se refería a su adicción a la comida, comprendí que sufro de algo similar, y que mientras no lo solucionara podía hacer dietas, podía tener éxito con ellas, pero el problema volvería a aflorar porque no habría atacado la enfermedad, sólo los síntomas (el sobrepeso). Entonces comprendí que debo cambiar para siempre mi relación con la comida, que no puedo sólo hacer dieta unos meses y luego volver a mi antiguo estilo de vida, que debo cambiar cosas para siempre, y debo cuidarme de esta adicción a la comida siempre. Debo controlar siempre mi ansiedad y debo comer para alimentarme y disfrutar lo que como, no para escapar de mis emociones.

Gracias a todos ustedes por ayudarme a ver esto mucho más claro, por sus comentarios, mensajes y consejos, por inspirarme y por motivarme día a día. Puedo hacer dieta sola, pero no creo que pueda cambiar mi vida, mis hábitos y mi relación con mi comida sola, y en eso su ayuda ha sido fundamental. Estos últimos 4 kilos que perdí, para completar los 10, son un logro tanto mío como de ustedes, y se merecen conocer esta noticia y celebrarlo conmigo. Ahora, ¡vamos por los próximos 10!


PD: Edité mis datos en la barra del costado, mi ficha y mi reglette. Qué lindo que se ve todo, jeje.

PD2: Gracias a mi novio también, que también lee este blog, y no quiero que sienta que lo he olvidado (aunque eso es imposible), pues su ayuda y su compañía son fundamentales en mi vida y nada de esto sería lo mismo sin él.

Todo el camino desde marzo 2009

Reglette regime